No me digas que tu orgullo va a ganarle a lo que sientes. Es la mas fehaciente prueba de idiotez que conozco.

martes, 14 de mayo de 2013


Si sobre cada decisión voy a escribir como en un diario, puedo estar loca pero al menos descargo pesos enormes.

Es difícil ser quienes somos en el mundo, y es muy duro decidir cosas que ya mismo se que van a hacer que algún día me arrepienta. Pero hoy parecen tan esenciales para evitar el dolor.
Ya no quiero sentirme en contra de nadie, simplemente quiero aceptar y dar lo que esperan de mi, aunque vaya en contra de mis planes de vida. Simplemente quiero condenarme a vivir como esperan que lo haga los demás para evitar conflictos y dejar de ser una molestia a todos.
Habría luchado, pero me canse de hacerlo, habría puesto el grito en el cielo, pero acepto que los de afuera son mayoría, habría seguido por mis deseos y sueños, pero se entiende que no quiero ganar enemigos, solo amigos.
Todos tienen suerte, porque me rindo, ya sin fuerzas decido desistir. 
Y en el mar de lagrimas, el oscuro abismo, no quiero hundir mi barco, por eso hasta acá llego.
De ahora en adelante, mis pasos serán guiados por quien quiera que los quiera guiar.